Introducción al Trastorno Bipolar o bipolaridad
El trastorno bipolar, también conocido como bipolaridad, es un trastorno mental grave caracterizado por cambios extremos en el estado de ánimo, energía y capacidad para realizar actividades diarias. Estos cambios van más allá de las variaciones normales de estado de ánimo que todos experimentamos, implicando periodos de manía y depresión que pueden durar semanas o incluso meses.
El trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar que impulsa al suicidio al 19 % de los afectados adultos es hoy identificable en los niños, aunque sus síntomas aún no están claros. Y como se confunde con déficit atencional, aumenta el riesgo del sobrediagnóstico.
Gabriel (9): aunque debe convivir con la depresión bipolar para siempre, hoy lleva una vida normal.
«¡Mamá, ábreme la cabeza y váciala, lávala, por favor!». María Nora se quedó helada cuando bañaba a su hijo Gabriel, de nueve años. En la desesperación por no entender qué le pasaba, él le pidió que aprovechara de echarle jabón a su cerebro. A lo mejor así se iban las voces extrañas que escuchaba, esas que le decían que su madre había sido suplantada y que le impedían subir solo al segundo piso porque estaban los mismos que la habían raptado.
Varios meses de congoja pasó la familia Alvarado Llanos. De médico en médico, con una variedad de diagnósticos, desde déficit atencional hasta esquizofrenia y una serie de remedios que parecía sólo empeorar la condición de su hijo menor.
No es difícil entender por qué les costó tanto dar con un diagnóstico de trastorno bipolar, pues el desorden bipolar en niños está sólo recientemente identificado. Hasta hace no más de cuatro o cinco años, se pensaba que era imposible que esa enfermedad, que afecta al 1 % de la población adulta, se presentara también en los menores. Estos eran diagnosticados erróneamente con trastorno de déficit atencional por hiperactividad, porque ambos cuadros suelen confundirse. «Se estima que un 20 % de niños hiperactivos tiene depresión bipolar», explica la siquiatra infantil Esperanza Habinger. En menor medida también se le confundía con esquizofrenia o problemas conductuales.
Los niños también sufren Trastorno bipolar
Hasta inicios de los ’90, los siquiatras se negaban a pensar que los niños sufrían desórdenes mentales. Todo se reducía a los conceptos freudianos de pequeños ansiosos por la separación de sus madres. O a la moda del déficit atencional.
Pero expertos norteamericanos comenzaron a alertar: los niños también pueden deprimirse y sufrir trastornos mayores, como la bipolaridad.
Respecto de los síntomas de la depresión bipolar se sabía muy poco. Porque no coinciden con los de los adultos, que sí están detallados en los manuales de siquiatría. «Si se usan los criterios para adultos, el 80 % de los niños no será diagnosticado con bipolaridad«, explica Demitri Papolos, director de la Fundación de Investigación en Bipolaridad Juvenil de EE.UU. y autor del libro El Niño Bipolar.
A diferencia de las personas adultas que tienen episodios maníacos que duran algunas semanas o meses, seguidos de períodos depresivos, los chicos suelen oscilar de un estado a otro muchas veces al día. Generalmente, están en la etapa depresiva durante las horas de la mañana, con poco o muy poco ánimo, y en la fase de exaltación, durante las horas de la noche.
A ello se agregan ideas de grandiosidad, irritabilidad, hipersexualidad, verborrea, hiperactividad o distractibilidad. Como pasan de una a otra rápidamente, es muy difícil establecer dónde comienza la fase maníaca y dónde la depresiva.
La hipersexualidad se traduce en conductas inadecuadas para la edad: masturbación en público o a toda hora o niños que usan palabras obscenas. Un adulto bipolar que nunca fue tratado cuando niño, recuerda que en el colegio una vez se bajó los pantalones delante del profesor. Fue suspendido. Su expulsión llegó pocos meses más tarde, cuando estaba apenas en segundo año básico y le mandó un mensaje a una compañera, que fue interceptado por la profesora: «chúpame el pico».
¿Hiperactivo?
«No hacía nada en el colegio, le costaba mucho trabajar, entonces acudimos al neurólogo», comenta Héctor, el padre de Gabriel. El diagnóstico, déficit atencional. Y el tratamiento, Ritalín.
Los Alvarado Llanos no saben si fue por el medicamento, pero Gabriel comenzó a empeorar. Aparecieron las voces en su cabeza.
la bipolaridad tiene muchos síntomas similares al déficit atencional: agresividad, irritabilidad y distractibilidad. De allí que sea fácil confundirse. Pero a medida que se conoce cómo se presenta la bipolaridad en niños, las diferencias con el déficit atencional comienzan a ser más claras.
«Los niños bipolares se enojan jugando solos, lloran sin motivo, tiran las cosas lejos, en resumen, no se toleran a sí mismos», comenta el siquiatra infantil Patricio Fischman. Niños con ambos cuadros pueden tener pataletas, pero la diferencia está en la intensidad de ellas: «Un menor con déficit atencional puede tener una pataleta de pocos minutos; al otro le dura mucho más; el primero se tira al suelo, el otro rompe o tira las cosas lejos y tiene un sentimiento de culpa muy grande cuando ha finalizado la pataleta», agrega Habinger.
Orígenes del Trastorno Bipolar
Emil Kraepelin y el Término «Locura Maniaco-Depresiva»
El concepto de lo que hoy conocemos como bipolaridad ha evolucionado a lo largo de muchos siglos. A finales del siglo XIX y principios del XX, el psiquiatra alemán Emil Kraepelin jugó un papel crucial en la identificación y definición de este trastorno bipolar. Kraepelin utilizó el término «locura maniaco-depresiva» para describir a los pacientes que experimentaban ciclos de manía y depresión.
Evolución del Término «bipolaridad»
Aunque Emil Kraepelin fue fundamental en la definición inicial del trastorno, el término «trastorno bipolar» comenzó a ser popularizado en la década de 1980. Este cambio reflejaba un entendimiento más profundo de la enfermedad, diferenciando claramente entre los diferentes tipos de trastornos afectivos y eliminando el estigma asociado con la palabra «locura».
Causas del Trastorno Bipolar o Bipolaridad
Las causas del trastorno bipolar son complejas y multifactoriales. Incluyen una combinación de factores genéticos, biológicos y ambientales.
Factores Genéticos
La genética juega un papel significativo en el desarrollo de la bipolaridad. Tener un familiar cercano, como un padre o un hermano, con trastorno bipolar aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar la enfermedad. Estudios han identificado múltiples genes que pueden estar involucrados, aunque la herencia no es determinista.
Factores Biológicos
La bipolaridad está asociado con desequilibrios en neurotransmisores, como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina. Además, las investigaciones han mostrado diferencias en ciertas estructuras cerebrales en personas con trastorno bipolar, como el tamaño y la actividad de la amígdala y el hipocampo.
Factores Ambientales en la bipolaridad
El estrés, los eventos traumáticos y el abuso de sustancias pueden desencadenar episodios en personas con predisposición genética al trastorno bipolar. Cambios significativos en la vida, como la pérdida de un ser querido o problemas laborales, también pueden actuar como desencadenantes.
Características del Trastorno Bipolar o bipolaridad
El trastorno bipolar se caracteriza por episodios de manía y depresión que pueden durar semanas o incluso meses. Estos episodios afectan significativamente la vida diaria de la persona bipolar.
Episodios de Manía e
Durante un episodio de manía, una persona bipolar puede experimentar un estado de euforia, aumento de la energía y la actividad, y comportamiento impulsivo.
Ejemplo de Episodio Maníaco
Una persona bipolar puede sentirse invencible y embarcarse en proyectos irrealistas, gastar grandes sumas de dinero sin considerar las consecuencias o involucrarse en conductas de riesgo como el uso de drogas o la conducción temeraria.
Episodios de Depresión
En un episodio depresivo, una persona bipolar puede experimentar sentimientos profundos de tristeza, falta de energía, y pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
Ejemplo de Episodio Depresivo en persona bipolar
Una persona puede tener dificultades para levantarse de la cama, descuidar su higiene personal, y evitar el contacto social. En casos severos, pueden surgir pensamientos de muerte o suicidio.
Síntomas del Trastorno Bipolar
Los síntomas de la bipolaridad varían según el tipo de episodio (manía o depresión) y la gravedad de estos episodios.
Síntomas de Manía
- Sentimiento de euforia o irritabilidad extrema.
- Aumento de la energía y la actividad física y mental.
- Menor necesidad de dormir.
- Hablar rápidamente y tener pensamientos acelerados.
- Comportamiento impulsivo, como gasto excesivo o conductas de riesgo.
Síntomas de Depresión en personas bipolares
- Sentimientos persistentes de tristeza, vacío o desesperanza.
- Fatiga o falta de energía.
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
- Cambios en el apetito o el peso.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Tipos de Trastorno Bipolar
Existen varios tipos de trastorno bipolar, cada uno con características y síntomas específicos.
Trastorno Bipolar I
Se caracteriza por episodios maníacos que duran al menos siete días o por manía severa que requiere hospitalización. Los episodios depresivos también son comunes, aunque no necesarios para el diagnóstico.
Ejemplo
Una persona con trastorno bipolar I puede tener una semana de euforia extrema, durante la cual se siente capaz de cualquier cosa, seguido de un mes de depresión profunda donde se siente incapaz de realizar las tareas más simples.
Trastorno Bipolar II
Se define por episodios de hipomanía (menos severos que la manía) y episodios depresivos mayores. Las personas con trastorno bipolar II no experimentan episodios maníacos completos.
Ejemplo
Alguien con trastorno bipolar II puede tener un periodo de alta energía y productividad, pero no hasta el punto de que interfiera significativamente con su vida diaria, seguido de episodios de depresión significativa que sí afectan gravemente su funcionamiento.
Trastorno Ciclotímico
Implica numerosos periodos de síntomas hipomaníacos y depresivos durante al menos dos años, pero los síntomas no cumplen los criterios completos para un episodio hipomaníaco o depresivo mayor.
Ejemplo
Una persona con trastorno ciclotímico puede tener altibajos frecuentes en su estado de ánimo que no son tan severos como en el trastorno bipolar I o II, pero que todavía afectan su vida diaria de manera notable
Suicidio al acecho en la bipolaridad
«De bebe, Gabriel siempre fue distinto, como impulsivo, cuando quería algo lo intentaba conseguir por cualquier vía y hacía muchas pataletas», comenta Héctor. Hoy, gracias al tratamiento lleva una vida normal.
Hay dos grupos de niños con bipolaridad: aquellos que presentan síntomas desde los primeros meses de vida y quienes lo desarrollan en la adolescencia. En ambos, hay dos factores comunes: la herencia y el hecho de que tendrán que convivir con la enfermedad toda su vida.
«Hay papás que relatan que sus bebés, desde el nacimiento, han sido más difíciles: son más llorones, irritables. Estos niños suelen tener, además, otras patologías como problemas de aprendizaje, ansiedad, etc.», explica Martha Hellander, directora de la Fundación de Niños y Adolescentes Bipolares. No obstante, no se puede hablar de trastorno bipolar como tal, hasta pasados los 6 años.
Papolos explica que la herencia en ese primer grupo parece ser más fuerte y suele provenir de ambos padres. Como el factor hereditario es tan alto, la primera señal de alarma para una familia suele ser un pariente bipolar o que tenga otro trastorno, como alcoholismo o depresión, pues puede estar mal diagnosticado.
En el segundo grupo, generalmente es el ambiente el que gatilla la enfermedad. Los problemas familiares, dificultades en el colegio o cambios hormonales de la prepubertad o la adolescencia, pueden ser determinantes.
«Siempre fue una niña normal, pero a los 12 años comenzó a estar contestadora, irritable y con problemas en el colegio. Tenía problemas para dormir y comer. La llevé al siquiatra y le dieron antidepresivos, pero cada vez fue peor. Lloraba toda la noche, la autoestima se le fue al suelo, no quería vivir más», comenta una angustiada madre que prefiere mantener el anonimato.
Desde hace algunos meses su hija está tomando litio, pero todavía no mejora. «Tiene cero concentración, no es capaz de ordenar un closet y me absorbe completamente: no quiere salir sin mí. Yo no me atrevo a dejarla sola o a decirle nada. ¿Cómo pongo límites si ante cualquier cosa quiere matarse? ¿Qué va a pasar cuando quiera estar sola? ¿Me puedo quedar tranquila pensando que algún día puede volver a tener ideas suicidas?».
El 19 % de las personas con desorden bipolar intenta suicidarse. De allí la importancia de un diagnóstico adecuado. «La medicación les da herramientas para que se controlen, tengan más amigos, puedan ir al colegio, vivan una vida más normal, aunque no hay garantías de que funcione para siempre», explica Hellander.
Pero los medicamentos que se usan en niños sólo han sido probados en adultos y tienen fuertes efectos secundarios. Daños al riñón, al hígado, problemas en la sangre, en la tiroides, alza de peso, problemas cutáneos, somnolencia, dependiendo del fármaco. El dilema es entonces a cuál de los males enfrentarse. «Lo que tenemos que hacer es comparar los riesgos del tratamiento con los de no tratarlo y lo que sabemos es que el 19 % de los bipolares se suicida y que el 60 % se vuelve adicto a drogas o alcohol», explica Hellander.
Sin embargo, muchos siquiatras creen que hay que poner alerta en diagnosticar apresuradamente una enfermedad como esta. Porque entre los médicos de adultos detectar el desorden bipolar se ha vuelto una moda, al igual que lo que sucede con el déficit atencional en los niños: bastan una consulta de 15 minutos y un cuestionario al profesor para salir con receta en mano.
Robert King, siquiatra de la Universidad de Yale, opina que la bipolaridad está siendo sobrediagnosticado . «Desde que no hay certeza respecto de los criterios de diagnóstico, muchos niños irritables o más llorones pueden caer en la categoría».
Fischman también cree que el fenómeno se da en todo el mundo. Porque puede confundirse con otros trastornos conductuales, problemas metabólicos, familiares o hasta insospechadas intoxicaciones. «Cuestiono la facilidad con la que somos trastornólogos: no se puede hacer un diagnóstico en una o dos sesiones». Ejemplos como los malos diagnósticos de Gabriel o de la menor de 12 años dan cuenta de la peligrosidad de tomar un fármaco que no es el adecuado.
Aun si hay certeza de la presencia del trastorno bipolar, hay que ser cuidadoso al tratarla. «Pedir exámenes de sangre, perfil bioquímico, tiroideo o de función renal, para una evaluación previa y para ver actuan los fármacos», agrega Fischman.
Tratamiento del Trastorno Bipolar
la bipolaridad es una condición mental compleja que requiere un enfoque multifacético para su tratamiento. Esta guía está diseñada para proporcionar una comprensión clara y accesible de las opciones de tratamiento disponibles para el trastorno bipolar.
Tratamiento para la Bipolaridad
El tratamiento de la bipolaridad tiene como objetivo estabilizar el estado de ánimo, reducir la frecuencia de los episodios y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Los enfoques principales incluyen medicación, terapia psicológica y cambios en el estilo de vida.
Medicación
La medicación es una piedra angular en el tratamiento de de una persona bipolar. Varios tipos de medicamentos se utilizan para controlar los síntomas.
Estabilizadores del Ánimo
- Litio: Es uno de los estabilizadores del ánimo más utilizados y puede ser muy eficaz para prevenir episodios maníacos y depresivos.
- Anticonvulsivos: Medicamentos como el valproato y la lamotrigina también se utilizan para estabilizar el estado de ánimo.
Antipsicóticos
- Antipsicóticos Atípicos: Medicamentos como la olanzapina y la quetiapina pueden ser útiles en el tratamiento de episodios maníacos y depresivos.
Antidepresivos
- Uso Cauteloso: Los antidepresivos pueden ser utilizados en combinación con estabilizadores del ánimo para tratar episodios depresivos, aunque su uso debe ser monitoreado para evitar desencadenar manía.
Terapia Psicológica
La terapia psicológica es fundamental para ayudar a una persona bipolar a manejar los síntomas y mejorar su calidad de vida.
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
La TCC es eficaz para identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos. Ayuda a los pacientes a desarrollar estrategias para lidiar con el estrés y prevenir recaídas.
Terapia Interpersonal y de Ritmo Social (TIRS)
Esta terapia se centra en mejorar las relaciones interpersonales y mantener una rutina diaria estable, lo cual es crucial para la estabilidad del estado de ánimo.
Cambios en el Estilo de Vida
Adoptar hábitos de vida saludables puede complementar el tratamiento médico y terapéutico.
Rutina Regular
Mantener una rutina regular de sueño, ejercicio y alimentación ayuda a estabilizar el estado de ánimo. Ir a la cama y despertarse a la misma hora cada día es especialmente importante.
Evitar el Alcohol y las Drogas
El consumo de alcohol y drogas puede desencadenar episodios maníacos o depresivos y debe ser evitado.
Estrategias de Manejo del Estrés en personas bipolares
El manejo del estrés a través de técnicas como la meditación, el yoga y la práctica de la atención plena (mindfulness) puede reducir la probabilidad de episodios.
Apoyo Social y Educación
Contar con una red de apoyo y estar bien informado sobre el trastorno bipolar es crucial para el manejo efectivo de la condición.
Grupos de Apoyo para personas bipolares
Participar en grupos de apoyo permite a los pacientes compartir experiencias y obtener apoyo emocional de personas que enfrentan desafíos similares.
Educación Continua
La educación continua sobre el trastorno bipolar y sus tratamientos permite a los pacientes y sus familias tomar decisiones informadas y manejar mejor la condición.
Ejemplo de un Plan de Tratamiento en personas bipolares
Un paciente con bipolaridad puede beneficiarse de una combinación de litio para estabilizar el ánimo, sesiones semanales de TCC para manejar el estrés y estrategias de autoayuda como la práctica diaria de yoga y mantener una rutina de sueño regular. Además, el paciente puede asistir a un grupo de apoyo mensual y evitar el consumo de alcohol y drogas.
Prevención del Trastorno Bipolar
No hay una forma garantizada de prevenir el trastorno bipolar, pero ciertas estrategias pueden ayudar a gestionar y reducir la frecuencia de los episodios.
Estrategias de Prevención
Educación
Aprender sobre bipolaridad puede ayudar a reconocer los síntomas temprano y buscar ayuda antes de que los episodios se vuelvan severos.
Terapia
La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede enseñar habilidades para manejar el estrés y las emociones, y es eficaz para prevenir recaídas en personas con trastorno bipolar.
Medicación
El uso de estabilizadores del ánimo y otros medicamentos puede prevenir episodios maníacos y depresivos. Es crucial seguir las indicaciones médicas y no interrumpir la medicación sin consultar al médico.
Estilo de Vida Saludable en personas bipolares
Mantener una rutina regular de sueño, ejercicio y una dieta balanceada puede ayudar a estabilizar el estado de ánimo. Evitar el alcohol y las drogas también es fundamental.
Ejemplo de Prevención en personas bipolares
Una persona con predisposición genética al trastorno bipolar puede beneficiarse de consultas regulares con un terapeuta, seguir un régimen de medicación prescrito y mantener un estilo de vida saludable para minimizar la frecuencia y severidad de los episodios.
Anexo
Buen diagnóstico
La siquiatra norteamericana Barbara Geller comparó a 93 niños con este desorden o depresión bipolar con 81 que sufrían déficit atencional con hiperactividad. Estos fueron los resultados.
* Animo exaltado: 89 % en bipolares; 14 % en niños con déficit atencional.
* Ideas grandiosas: 86 % contra 4,9 %.
* Fuga de ideas: 71 % versus 10 %.
* Hipersexualidad: 43 % versus 6 %.
* Poca necesidad de sueño: 40 % versus 6 %.
* Actos temerarios: 70 % contra 13 %.
* Ideas suicidas: 26,7 % versus 0 %.
E. Simonsen
Famosos con Trastorno Bipolar o bipolaridad
- Carrie Fisher
Conocida por su papel como la Princesa Leia en «Star Wars», Fisher fue una defensora abierta de la salud mental y habló públicamente sobre su lucha con el trastorno bipolar. - Demi Lovato
La cantante y actriz Demi Lovato ha sido abierta sobre su diagnóstico de bipolaridad, utilizando su plataforma para aumentar la conciencia sobre la salud mental y la importancia de buscar ayuda. - Catherine Zeta-Jones
La actriz ganadora del Oscar Catherine Zeta-Jones ha revelado que padece trastorno bipolar II, y ha hablado sobre el impacto del trastorno en su vida y la importancia del tratamiento. - Russell Brand
El comediante y actor Russell Brand ha discutido públicamente su experiencia con la bipolaridad, además de su lucha con la adicción, y aboga por la comprensión y tratamiento de los problemas de salud mental. - Stephen Fry
El actor y escritor británico Stephen Fry ha compartido su experiencia con el trastorno bipolar en varios documentales y escritos, promoviendo la educación y comprensión del trastorno. - Mariah Carey
La cantante Mariah Carey reveló en 2018 que había sido diagnosticada con trastorno bipolar II, y habló sobre su camino hacia la estabilidad emocional y la gestión de su salud mental. - Jean-Claude Van Damme
El actor y artista marcial Jean-Claude Van Damme ha hablado sobre su diagnóstico de bipolaridad explicando cómo ha afectado su vida personal y profesional, y su manejo a través de tratamiento. - Brian Wilson
El miembro de los Beach Boys, Brian Wilson, ha lidiado con el trastorno bipolar durante gran parte de su vida, y su lucha ha sido documentada en varias biografías y películas. - Sinéad O’Connor
La cantante irlandesa Sinéad O’Connor ha sido muy abierta sobre su bipolaridad y otros problemas de salud mental, utilizando su experiencia para abogar por la comprensión y el tratamiento de estas condiciones. - Kurt Cobain
El líder de Nirvana, Kurt Cobain, sufrió de trastorno bipolar, que, junto con su lucha contra la adicción, afectó profundamente su vida y carrera, y se discute ampliamente en documentales y biografías sobre su vida.
El trastorno bipolar o bipolaridad es una condición compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo. Entender sus orígenes, causas, síntomas y tipos es crucial para manejarlo eficazmente. Con el apoyo adecuado y las estrategias de prevención, las personas con trastorno bipolar pueden llevar una vida plena y productiva. Es importante buscar ayuda profesional al primer signo de síntomas para recibir el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida.